Amigo Octavio, felices
momentos vivimos,comimos y nos reímos. Y como buenos integrantes de
la línea más robusta del área de matemáticas, conservamos las bellas curvas de
una barriga llena (a excepción de Maritza). También tuvimos momentos en donde
no estuve de acuerdo contigo, pero a pesar de las diferencias, siempre primó
nuestra amistad. Amigo, gracias por serlo, me siento orgullosa de que lo seas y
creo que cuando me llegue el momento de dejar este cofre que guarda mi alma, estarás
en el cielo esperándome para reírnos un poco más. Amigo, gracias
por creer en mí, por darme el empujoncito.
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